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El presidente Barack Obama exhortó el martes a republicanos y demócratas a abordar el tema de la inmigración ilegal, y se pronunció en contra de que extranjeros no puedan permanecer en Estados Unidos tras culminar estudios universitarios.

Obama se refirió en su discurso sobre el estado de la nación a los hijos de trabajadores indocumentados que llegaron de niños a Estados Unidos y pese a que crecieron como estadounidenses, "viven cada día bajo la amenaza de deportación".

Un proyecto de ley que buscaba legalizar a un grupo de estos estudiantes indocumentados, conocido como el Dream Act, fracasó en diciembre al no reunir los votos necesarios para su aprobación.

"Estoy listo para trabajar con republicanos y demócratas para proteger nuestras fronteras, hacer cumplir nuestras leyes y tratar con los millones de trabajadores indocumentados que ahora viven en la clandestinidad. Sé que el debate será difícil y tomará tiempo, pero esta noche, acordemos hacer el esfuerzo", dijo el presidente.

No están claras las posibilidades de que el nuevo Congreso aborde la reforma migratoria, ahora que los republicanos controlan la cámara baja y ampliaron su presencia en el Senado.

La reforma migratoria no recibió mención alguna en la respuesta del partido republicano que la representante Ileana Ross-Lehtinen emitió en español al terminar el discurso de Obama, según una transcripción difundida por su oficina de prensa.

Obama prometió durante su campaña electoral que reformaría las leyes migratorias durante su primer año de gobierno, pero los demócratas no aprobaron legislación migratoria alguna durante la sesión anterior, en la que controlaban ambas cámaras.