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Para los latinos de Texas, será difícil conciliar los daños y ataques del gobernador Rick Perry a la comunidad hispana, señalaron líderes comunitarios, en referencia al giro de 180 grados que dio el aspirante a la nominación presidencial del Partido Republicano entre su actual discurso conservador y anti inmigrante y su postura política inicial.

"Este es otro Perry, distinto al que se postuló para gobernar Texas y que se mostró más benigno hacia los latinos e inmigrantes, al parecer sólo para buscar nuestro voto. Después de las últimas propuestas antiinmigrantes que presentó a la legislatura estatal, nos ha dejado una herida abierta y sangrando'', dijo a AOL Latino la coordinadora de La Unión del Pueblo Entero (LUPE), Marta Sánchez.

Hace diez años, Perry hablaba de una ''frontera abierta'', se oponía a la construcción de un muro fronterizo y proponía un programa de trabajadores huéspedes provenientes de México. También durante su mandato, promulgó una ley para ofrecer colegiaturas reducidas a inmigrantes indocumentados en las universidades estatales de Texas, la primera de ese tipo en Estados Unidos.

En contraste, al final de la sesión legislativa estatal se presentaron más de 85 iniciativas de ley antiinmigrantes, con el apoyo de Perry. Una de ellas planteó el cese de las ciudades santuario que amparan a indocumentados. Dicha propuesta, conocida por su nombre HB-9 fue finalmente rechazada por los legisladores texanos. El paquete antiinmigrante recibió la condena de organizaciones hispanas que protestaron en el capitolio texano.

"Perry causó mucho temor y daño con su paquete de leyes antiinmigrantes que fue un ataque contra los inmigrantes y contra los latinos de Texas, el cual nos causará dificultades para conciliarlo con sus nuevas aspiraciones presidenciales'', agregó Sánchez.

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La lideresa de LUPE comentó que comparado con George Bush que fue un gobernador moderado, Perry sí inició una persecución clara contra los latinos de Texas.

"Rick Perry está jugando la carta electoral presidencial de conseguir los votos de los blancos conservadores y está dejando fuera de su cuadro político a los latinos'', señaló a AOL Latino la activista de derechos civiles y abogada fundadora de diversas organizaciones hispanas en Dallas, Adelfa Callejo.

En su opinión, Perry no tiene una buena reputación con los hispanos en Texas. "No será positivo que se convierta en el aspirante presidencial republicano para nosotros, porque nunca ha trabajado por los latinos en cuestión de empleo y educación, donde Texas tiene el lugar 48 en Estados Unidos por su negativa a otorgar más fondos a la educación'',

Callejo, considerada una líder moral entre la comunidad latina, reveló que el actual gobernador texano es un político ''mucho más duro'' que su antecesor George Bush, quien al menos habló de hacer algo en materia de migración, pero no pudo.

Desde el 15 de abril del 2009, Rick Perry mostró sus intenciones electorales cuando encabezó una reunión del Tea Party de republicanos conservadores, ante los cuales criticó al gobierno federal. "Se ha vuelto un opresor por su tamaño, su intromisión en la vida de los ciudadanos y su interferencia en asuntos de nuestro estado", les dijo en el evento celebrado en la capital texana.

Los convocó también a luchar por los derechos de los estados, por su independencia para dictar sus propias políticas públicas y para limitar la influencia del gobierno federal. Ese momento fue visto como el inicio de su precampaña política por la nominación presidencial y el comienzo claro de su nuevo discurso conservador.

''Perry quería demostrar que iba a ser duro con la inmigración para ganarse a los miembros del Tea Party y fue su estrategia para lucir más conservador ante ellos, a pesar de que había venido organizando sus intenciones presidenciales desde hace más de cuatro años'', comentó la directora de ''Su voto es su voz'' o Proyecto de Educación para el Registro de Votantes del Suroeste (SVREP, del inglés), Lydia Camarillo, a la reportera.

Consideró que no es remoto que Perry se convirtiera en el candidato oficial republicano a la presidencia de Estados Unidos, por lo que va a resultar favorecido por el incumplimiento de las promesas del presidente Obama de una reforma migratoria y porque éste no ha demostrado el liderazgo esperado.

Camarillo indicó que los votos de los latinos en Texas ya están calculados por los seguidores de Perry, para quien será difícil revertir el sentimiento real de los hispanos en la actual situación preocupante de la economía con menos dinero y oportunidades y aún menos después de proponer su reciente paquete legislativo antiinmigrante para ganarse a los integrantes del Tea Party.

''Perry no aseguró el dinero destinado a la educación y prefirió manifestarse en una ley contra las ciudades Santuario que fue criticada por los sheriffs y policías de Texas, así como por organizaciones de derechos civiles y la comunidad hispana'', agregó.

Con su nuevo giro ideológico, el aspirante presidencial texano ha salido del estado que gobierna para presidir eventos en los estados de Carolina del Sur y Iowa, en los que se ha publicitado como el ''campeón de los principios conservadores''

Con 11 años como gobernador de Texas, el más largo período de un gobernante estatal en el estado y el país, y quien comenzó su carrera política en el Partido Demócrata, ahora se pronuncia abiertamente contra el aborto y el uso de fondos federales para financiarlos, mientras apoya la aplicación de la pena de muerte y su mandato ha sido el período en que más ejecuciones de reos se han realizado en la historia texana y nacional.

Las ideas de una "frontera abierta" con México, Perry las cambió ahora por un reforzamiento de la vigilancia fronteriza hasta con aviones no tripulados Predator y cámaras de televisión contra los indocumentados, algo que ya se ha implementado a un costo de cientos de millones de dólares.

AOL NOTICIAS

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